lunes, 10 de octubre de 2011

DE PUERTO NATALES A PUERTO MONTT POR LOS FIORDOS CHILENOS - 2500 KILOMETROS EN BARCO - 4 DIAS DE NAVEGACION A 25 KM/HORA



¿ Qué se puede decir cuando uno viaja por un paisaje virgen, salvaje, frío, asombroso, dónde la meteorología cambia radicalmente en cuestión de minutos y dónde sólo en barco pueden verse tales maravillas naturales ? .... No queda otra que admirar lo que se presenta ante tus ojos.
Mi viaje empezó en Puerto Natales ; fui recibido por Natalia, la Directora del Colegio de Puerto Natales, con entusiasmo y cariño ; es muy joven y con un puesto de mucha responsabilidad, pero esto es lo frecuente en estas latitudes tan alejadas : solo la gente joven y preparada para progresar y que está dispuesta a sacrificar, -en un pueblecito tan alejado-, unos cuantos años de su vida, es la que es capaz de permanecer aquí ; ella es generosa y bondadosa y eso se nota enseguida, basta una sola conversación para darse cuenta ; en su colegio tienen suerte de tener una Directora así. 
Partí en el ferry "Evangelistas" al amanecer del dia 4 de octubre ; embarqué la noche del 3 junto a 13 turistas más, 11 jóvenes dinámicos y activos como yo, de Brasil, Canadá, USA, Holanda, Inglaterra, Francia y Australia , además de una pareja sexagenaria de suizos alemanes, grandes viajeros también, y lo hacen en su propio catamarán, una preciosidad de barco con el que han recorrido el mundo; además practican el parapente a motor ¡¡¡, todos unos aventureros, ejemplo de espíritu joven ; precisamente iban a Puerto Montt a sacarlo de su atraque. 
Los 11 jóvenes y yo congeniamos enseguida : Sibo, Rene, Ivo, Tom, James, Katie, Dawn, Sophie, Pedro, Julien y Vanesa son viajeros del mundo, algunos llevan dos años viajando por Asia y America ... trabajan eventualmente como camareros, profesores de idiomas, ... en lo que salga, ... y con el dinero conseguido, viajan ; esa es su forma de vivir su juventud, ninguno supera los 30 años. Estuvimos juntos 4 días, incomunicados de Internet, de noticias, televisión y de todo ; solo alguna película DVD : así es como disfrutamos de conversaciones, juegos y muchas fiestas, en las que España siempre ganaba : somos los más fiesteros sin dudarlo ¡¡¡. El contacto con los jóvenes me hace bien, me rejuvenece y como hago gala de mi mejor sentido del humor, ellos se entregan rápidamente a este español quijotesco, reconquistador y viajero sin fronteras, que les hace reír. Y lo de ser Jefe de Policía pre-jubilado les da además un punto de admiración ; de hecho alguno me propuso continuar el viaje juntos, pero decliné ; yo viajo solo, en otro tipo de turismo y con otra forma de viajar. De hecho fui el unico de los pasajeros que comí, desayuné y cené alguna vez en el comedor de los tripulantes, a los que me metí en el bolsillo con mi alegría contagiosa, esta alegría que cada vez forma más parte de mí y que estoy cultivando y asimilando más y más en este periplo de vida que llevo. Sandra, Gaspar, Pilar, Mirna y los demás tripulantes me han tratado especialmente, con mucho afecto. Yo les he regalado mi humor y mi sonrisa más cálida, -sobre todo hablando de lo bravas que son las chilenas y lo sumisos que son los chilenos, que se dejan hasta pegar, y que este español les iba a dar clases de machito ibérico -, lo cual ha contribuido a que tengamos un viaje casi familiar por lo entrañable del trato mutuo. Todos me han deseado las mejores bendiciones en la despedida y yo a ellos. 
Los fiordos son magníficos. Islotes con bosques tupidos y cataratas de agua dulce, bañados por un mar azul profundo y coronados con montañas majestuosas llenas de nieve en sus cimas y de nieblas espesas, y de vez en cuando el sol templado porque casi siempre sopla un viento recio y gélido ; el atardecer en los fiordos es especialmente luminoso, con unos anaranjados que nunca vi ; es el momento que me reservo para mí, allá en la cubierta del ferry admiré durante horas una puesta de sol única. He pasado por lugares increíbles, casi inaccesibles si no es por barco ; canales, islas, penínsulas, golfos ( en el Golfo de Penas casi me mareé, tuve que acostarme y pensar que estaba siendo mecido en una cuna para superarlo ; lo que es la mente ... ) ; de vez en cuando aparecía una casita en medio de un islote: Era un lugar de cultivo de salmones. Otra vez era un pueblito perdido, Puerto Edén, con poquísimos habitantes, casi fantasma. También apareció en medio de la nada el barco 'Capitán Leónidas', encallado en la única roca saliente de un canal, cuya leyenda cuenta que el capitán se quedó con la mercancía (azúcar), la vendió y naufragó el barco a conciencia para también cobrar el seguro. 
Los fiordos chilenos han sido un principio espectacular en un país que progresa y crece por el gran sentido del trabajo y del orden que tienen sus habitantes : Chile.

Aquí tenéis otro pequeño video. Una muestra de lo que son los fiordos chilenos. Podéis oir el fuerte viento que reina en estos parajes.

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